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martes, 17 de mayo de 2011

Artículo de opinión

Hoy es 17 de mayo, día mundial del reciclaje. Dato que ignoraba hasta hace una hora.

Lo supe mientras esperaba que me atendieran en la farmacia. En la pared había colgado un cartel con el lema:

RECICLAR
REDUCIR
REUTILIZAR

Según dicho cartel, se estaba celebrando justo en ese momento una charla pública sobre este tema.

Sinceramente mis ganas de buscar el sitio y acudir a la charla eran nulas. Aún tenía que comprar tabaco, hacer las compras en el supermercado y volver a casa para estudiar.

Seguí mi camino pensando en mis cosas y olvidándome del tema. Compré tabaco. Seguí. Llegué al super.

En la puerta había un muchacho pidiendo. Ya lo había visto en otras ocasiones en el mismo lugar. Era moreno de ojos azules. Muy amable. Me dijo buenas tardes, yo le correspondí el saludo.

Entré pensando en sí debería darle algo de dinero de lo que me sobrara de mis compras. Luego pensé... "Se lo puede gastar en drogas". Después me pareció bien comprarle algo de comer o beber, un zumo o alguna fruta. Volvió a surgir la desconfianza... "Si no pide por necesidad real, y no quiere comida, sólo dinero, lo tirará cuando yo me vaya, y ami me hace falta".

Entonces lo dejé pasar. Cojí lo que necesitaba y me dispuse a pagar en caja. Un cartón de leche, una caja de cereales integrales, un revuelto ultracongelado de verduras y una caja de té rojo.

Saliendo ví al mismo muchacho de pie hablando con una pareja de ancianos. Me fijé en su delgadez. Era extrema. Su ropa: unos pantalones vaqueros acampanados de hace 10 o 15 años, y una camiseta de manga corta de publicidad muy sucia.

¿Cuantos días llevaba sin ducharse? ¿Cuanto tiempo llevaría sin tener un plato de comida caliente en una mesa? Yo me ducho todos los días, y ¿de verdad son necesarios todos los productos de mis compras?

Y si nos fijamos en las compras de los demás.. Señora, ¿de verdad es necesario papel higienico super-extra-hiper-mega suave? ¿o que los yogures que le compras a tu hijo sean de marca?

Hay veces que compro algún dulce, o algun fin de semana alguna botella de alcohol, como millones de jovenes más. Que compramos, consumimos, y no nos damos cuenta de la suerte que tenemos por poder hacerlo.  Y sobre todo, no nos damos cuenta de que hay personas que no pueden. Y no es que no puedan comprar una botella de ron o ginebra, es que no pueden comprar ni pan, mientras muchos de nosotros tiramos cada día el pan duro que nos sobró ayer.

Después de todos estos pensamientos, me sentí un ser miserable. Iba camino a mi casa con mi bolsa de la compra, mi ropa limpia, mis gafas nuevas y el dinero sobrante de la vuelta en mi bolsillo.

Sin embargo, los días siguen pasando, él sigue pidiendo y yo sigo yendo a comprar.

Casi llegando a mi barrio vi al susodicho grupo ecológico andando por la calle. Iban andando, riendo y todos con una camiseta de identificación de color rojo. Iban poniendo folletos a todo color sobre el reciclaje en cada uno de los coches. Vi que algunos papeles se cayeron al suelo, la chica miró, y los dejó ahí.

Creo que no hace falta expresar que es lo que pensé de este grupo "ecológico".

Pensé que hoy, día mundial del reciclaje, no tenía palabras para escribir sobre ello.

Y pensé que a veces lo que deberíamos reciclar es nuestra conciencia, nuestra forma de ver la vida y nuestra forma de vivir.

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Este es un artículo personal, no del grupo. 
Escrito por: Mercedes Conde Blanco


Recordar que es un blog de todos. Podeis mandarme vuestras publicaciones a: grupolagalleta@yahoo.es   o   mercedesconde@ymail.com


Siempre se agradecen las opiniones. Un saludo.

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