En la época en la que vivimos, con la crisis que nos acecha y que no terminamos de ver desaparecer, es el momento de recoger toda la sabiduría de nuestras abuelas y hacer nuestro aquel dicho de “aquí no se tira nada”. “Reciclar” la comida es tan viejo como la humanidad; las
sobras de cualquier plato pueden servir para confeccionar otros, tan ricos o incluso más apetitosos que los anteriores.
Aquí tienes algunos trucos caseros, recogidos de la familia, los amigos, la Red… Si preguntas a todos tus conocidos, seguro que todos ellos tienen sus trucos. Distintos de las croquetas o la “ropa vieja” de toda la vida, pero igualmente apetitosos.
- Cuando te sobre carne, aunque sea poca (vale cualquier cosa: guisos, pollo, salchichas…), ve guardando los trocitos en una bolsa para congelados. Y cuando hayas acumulado una cantidad media, aprovéchalos para hacer un arroz. Barato y buenísimo…
- Si has hecho salmón a la plancha o al horno y te ha sobrado, pongamos, media rodaja, desmenuza la carne del salmón y mézclala con nata y huevo batido. Añádele unas almendras picadas, un poco de queso rallado y ponlo al fuego, dándole un hervor. ¡Esta salsa es buenísima para acompañar la pasta!
- El pollo asado sobrante está estupendo en ensalada, mezclado con lechuga, manzana en láminas, maiz y salsa rosa.
- Y si ves que tienes yogures que se van a caducar, tienes dos opciones: hacer una salsa mezclando uno de ellos con aceite, limón y un poco de mostaza (perfecta para ensaladas), o batirlos con una cucharada de miel y un chorrito de limón. Esto no se come, pero… ¡Es una mascarilla nutritiva fantástica!
